¿Hombre cómo puedes ser más efectivo al buscar vivir para la gloria de Dios?
Te comparto: 👇
La Biblia dice que la productividad se trata de fidelidad, no de “éxito”.
“»El amo dijo: “Bien hecho, mi buen siervo fiel. Has sido fiel en administrar esta pequeña cantidad, así que ahora te daré muchas más responsabilidades. ¡Ven a celebrar conmigo!”. Mateo 25:23 NTV
La productividad como concepto te ayudará a ser eficiente y organizado en tu vida y en todo lo que emprendas.
Trabajas todo el tiempo, pero sientes que nunca satisfaces tus expectativas? Sientes que te esfuerzas demasiado, que trabajas largas horas, pero siempre te quedas corto con los resultados. Al final, terminas preguntándote, «¿qué estoy haciendo mal? ¿Qué es lo que me falta?».
Quizás te encuentras en el otro extremo y nunca has pensado demasiado en alcanzar grandes objetivos. Te has acostumbrado a enfrentar la vida conforme a lo que se te presenta por delante. Los planes no son lo tuyo, pero hubo un momento en que te preguntaste: «¿Cómo llegué aquí? Seguramente tiene que haber algo más que ir flotando por la vida».
Los siguientes seis principios, relacionados a la productividad, te ayudarán, para que puedas ser eficiente y organizado en todas las áreas de tu vida:
1. Tiempo: Tienes tiempo para hacer lo que deberías estar haciendo.
2. Límites: No puedes hacerlo todo.
3. Decisiones: No tienes que hacerlo todo.
4. Enfoque: Si no fijas los ojos en la meta, acabarás perdido.
5. Hábitos: Cada paso en la dirección correcta, cuenta.
6. Herramientas: Tu cerebro fue creado para crear, no para almacenar.
Ser productivo es vivir la vida que Dios te ha llamado a vivir, para Su gloria y el bien de los demás.
Tomado del libro “Aprovecha bien el tiempo” escrito por Ana Ávila, editora senior en Coalición por el Evangelio, Química Bióloga Clínica.
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Señor ayúdame a distinguir lo bueno de lo malo. Que la manifestación de tu espíritu mire primero mi corazón y el mismo otorgue según la diversidad de dones. Por consiguiente, sea manifiesto aquel que corresponda y provechoso según tu propósito en mi persona. Permíteme distinguir lo inviolable de lo deshonesto. Aparta de mi todo aquello que por mi boca exprese iniquidad. Hazme entender en que he fallado, de esta manera permíteme, señor, comprender lo santo de lo profano. En mi camino ayúdame a diferenciar quien te sirve y quien no a base de lo establecido en tu palabra. También bríndame la oportunidad de buscarte y desarrollarme por medio de la adoración, la ministration o la evangelización. Por último, ten piedad de mi y dame sabiduría para poder proclamar tu palabra. 
